Borba dice que se superó   la meta inicial,  aunque el Covid elevó el umbral de inmunización. REPLANTEO. El bajo apego por la vacunación hará que   revean cantidad de dosis a comprar este año.

A un año del inicio de la campaña de vacunación contra el Covid-19 en Paraguay, el ministro de Salud, Julio Borba, toma como una “ironía de la vida o del destino” que de un contexto de carencia de vacunas –fuertes críticas y alta demanda social– se pasó a un estado de abulia con vacunatorios casi vacíos y más de 1 millón de dosis esperando en el congelador.

–¿Qué evaluación hace sobre las expectativas iniciales versus a lo que se alcanzó hasta ahora?

–La idea era llegar mínimamente al 30% de la población objetivo a fin de año. Y a ese 30% llegamos a agosto del año pasado y a partir de ahí nos fuimos poniendo otras metas de mayor cantidad de vacunados y hoy llegamos ya a un número interesante que está rondando los 3,7 millones con primera dosis; casi 3,2 millones con segunda y más de 1 millón con tercera y ya estamos vacunando a los chicos. Todo lo que mínimamente estaba planificado hacer lo estamos haciendo; ahora, cuál es el mundo ideal: Vacunar al 80% de la población para tener cierta tranquilidad. Pero, si vamos al primer objetivo que era llegar al 30% de la población a fines del 2021, ese objetivo fue ampliamente superado gracias a Dios.

–Y gracias a Estados Unidos…

–No precisamente, el Estado paraguayo también compró vacunas; compramos Moderna, AstraZeneca, Pfizer.

–Pero el salto que se pegó en julio fue con la llegada del millón de dosis donadas…

–Igualmente, hoy estamos en la ironía del destino de que tenemos 1,2 millones de vacunas en stock y casi la gente no se vacuna o sigue sin vacunarse.

–¿Eso aleja aún más la meta de llegar al 80% por la gente que sigue reacia a la vacuna?

–No sé si es tan reacia porque el promedio de vacunados por día ronda los 15.000, entre primera, segunda y tercera. Increíblemente, si se miran los números diarios tenemos gente que se sigue vacunando en primeras dosis; pocos pero se siguen vacunando. O sea, es muy lento nada más el proceso de vacunación, lastimosamente. Pero, vamos a seguir insistiendo.

A fines de octubre del año pasado afirmaba que íbamos a salir a buscar a la gente y, de alguna forma, hemos vacunado a 650.000 personas en extramuros, saliendo a vacunar; lo que implica una logística muy importante. Entonces, mínimamente creo que el esfuerzo se hizo; se habilitaron más de 250 vacunatorios a nivel país para darle facilidad a la gente.

Hay que reconocer que la gente del PAI hizo un excelente trabajo con apoyo de muchas instituciones del Estado; con la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Fuerzas Armadas, Policía, como para que esto funcione.

–¿Qué estrategias se piensa para revertir este enlentecimiento?

–Vamos a seguir apostando a todas las estrategias, habidas y por haber, eso es categórico. Ahora lo que sí tenemos que replantear, lastimosamente, son los contratos que tenemos vigentes con las multinacionales. Vamos a tener que replantear los números que vamos a tener que comprar. Porque no puedo permitir, a esta altura del campeonato, comprar más de lo que realmente necesitaríamos. El cálculo se hizo por la gente del PAI en base a una necesidad y una población que tendría que vacunarse de 6 millones aproximadamente.

–Se habló de comprar 12 millones de dosis o más para 2022…

–Y sí, aproximadamente, según primera, segunda y la tercera dosis. Pero tenemos que replantearnos otra vez las cantidades a fin de que no podemos darnos el lujo de recibir vacunas que no vamos a utilizar. Vamos a replantear la cantidad de vacunas que vamos a comprar porque no podemos darnos el lujo de comprar cosas que no vamos a utilizar.

–¿Significa que no se va a comprar la cantidad prevista?

–Y no porque hoy tengo 1,2 millones de vacunas en el sistema y que salen a cuentagotas, a 15.000 por día aproximadamente. Y tienen fecha de vencimiento.

–Y ahora hay Sputnik V en esa situación.

–Sí, la Sputnik que era tan esperada y ahora tengo 30.000 dosis por vencer y que la gente no se fue a aplicar su segundo componente. Tanto nos putearon que no venía el segundo componente y vino a los 90 días; se dio respuesta, se hicieron los esfuerzos y vino.

–¿Qué vacuna le tocó a usted?

–Me vacuné en julio con Moderna.

–¿Tuvo más suerte que su antecesor en la compra de vacunas?

–No quiero herir susceptibilidades. Tuve suerte y el acompañamiento de Dios. Creo que se dieron una serie de hechos que permitieron que podamos conseguir las vacunas. El día que asumí dije que el principal objetivo era conseguir las vacunas y lo conseguimos; nos pusimos en esa tarea, todos juntos a tratar de hacerlo y lo hicimos, un trabajo en equipo.

Hay que reconocer que a principios del año pasado era difícil realmente para todos los países conseguir vacunas; eso fue cambiando con el transcurso de los meses. Creo que fue una mezcla de varios factores que hicieron posible que tengamos las vacunas.

–Un infectólogo habló que si el virus se estaciona hará falta solo un refuerzo anual. ¿Ese será el camino que tomará esta campaña de vacunación?

–Si no aparece algo raro otra vez en las próximas semanas o meses, nosotros creemos que en abril estaríamos ya bien. De eso hablan las proyecciones. Ahora, si esto se vuelve estacional como el virus de la influenza, no te podría asegurar cómo será el proceso de vacunación porque hay países que ya están usando una cuarta dosis como Chile, Uruguay y Argentina lo anunció la semana pasada. Vamos a ir evaluando cómo se irá presentando a fin de ver si será necesario o no. Eso lo va a determinar la gente del Cotenai y del PAI.

Vamos replantear los contratos que tenemos vigentes con las multinacionales. Vamos a replantear la cantidad de vacunas que vamos a comprar porque no podemos darnos el lujo de comprar cosas que no vamos a utilizar.

Tuve suerte y el acompañamiento de Dios. Creo que se dieron una serie de hechos que permitieron que podamos conseguir las vacunas. El día que asumí dije que el principal objetivo era conseguir las vacunas y lo conseguimos.

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