Un estudio divulgado el jueves por el Ministerio de Sanidad israelí indicó que los niveles de inmunidad frente al coronavirus de quienes recibieron la tercera dosis de la vacuna de Pfizer son 10 veces más altos que los de aquellos que recibieron la segunda hace al menos cinco meses.

El estudio, publicado en el New England Journal of Medicine, mostró que el refuerzo de la vacuna redujo tanto la posibilidad de contagio como la de desarrollar síntomas graves de la enfermedad en quienes la recibieron.

La investigación se basó en el análisis de más de un millón de personas mayores de 60 años, que fueron divididas en dos grupos: en uno los vacunados con solo dos dosis y hace al menos cinco meses y en el otro personas vacunadas con la tercera dosis hacía al menos 12 días.

RESULTADOS. La cantidad de casos de coronavirus registrados entre el grupo que no contaba con la tercera dosis durante el periodo de estudio fue cercana a los 4.500, mientras que entre aquellos que sí tenían el refuerzo de la vacuna solo se detectaron 934.

En cuanto a casos graves, la diferencia es aún más grande, con 294 casos graves identificados entre el primer grupo y tan solo 29 en el segundo.

«Es evidente que el refuerzo de la vacuna es muy eficaz en la reducción de la tasa de infección y de la cantidad de casos graves», señalaron los autores del estudio, pertenecientes a una amplia gama de organizaciones científicas, académicas y médicas israelíes, y entre los que se incluye al Ministerio de Sanidad.

DEFINICIÓN DE POLÍTICAS. Además, enfatizaron la importancia de analizar los resultados de la actual campaña de inoculación con la tercera dosis, sobre todo para contribuir a la «formulación de políticas en los países que están explorando estrategias para mitigar la pandemia».

Actualmente Israel enfrenta una cuarta oleada de la pandemia y las autoridades han señalado en múltiples ocasiones que la inoculación de la población con la tercera dosis es fundamental para detenerla, en parte debido a la disminución en la inmunidad provista por la vacuna al cabo de algunos meses.

Hasta el momento, de los poco más de nueve millones de habitantes del país, casi un tercio de ellos ha recibido el refuerzo, cerca de la mitad de los poco más de seis millones vacunados con al menos una dosis.

En las últimas semanas, en paralelo con el avance de la vacunación, los nuevos contagios y los casos graves fueron limitándose cada vez más a los no vacunados, que representan cerca de un 10% de la población y un 65% de los 667 pacientes actualmente hospitalizados por coronavirus.

Esta semana, no obstante otro estudio señalaba que en este momento no era necesaria una tercera dosis. Una investigación de la Universidad de la Jolla (EEUU) señaló que la vacuna de Moderna dura, al menos, seis meses y no hay ningún indicador de que sea necesaria una dosis de refuerzo.


Francia suspende a 3.000 sanitarios
Unas 3.000 suspensiones se aplicaron a los trabajadores sanitarios no vacunados contra el Covid-19 en Francia, tras la entrada en vigor el miércoles de la obligación de vacunarse para estos profesionales, anunció el jueves el ministro de Sanidad, Olivier Véran. Según Véran, «un gran número de estas suspensiones es temporal» y concierne «esencialmente al personal de los servicios de apoyo». En Italia, el Consejo de Ministros aprobó el jueves un decreto para exigir el «pasaporte sanitario» de coronavirus a todos los trabajadores, medida que entrará en vigor el 15 de octubre y que hará de Italia el primer país europeo en pedir este certificado en el empleo. El ministro italiano de Administraciones Públicas, Renato Bruneta, explicó que «Italia se pone a la vanguardia en el mundo» con esta decisión, que busca permitir al país afrontar el invierno en mejores condiciones.