En una inédita declaración conjunta, la Presidencia, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal rechazaron los actos terroristas. Hay al menos 1.500 detenidos. Bolsonaro fue hospitalizado en EEUU.

Los titulares de los poderes públicos de Brasil, encabezados por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cerraron filas este lunes contra los “actos terroristas” ocurridos el domingo en Brasilia, cuando miles de bolsonaristas asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.

En una inusual declaración conjunta, publicada en la cuenta de Twitter de Lula, los jefes del Congreso y del Supremo Tribunal Federal, rechazaron los “actos terroristas, de vandalismo, criminales y golpistas sucedidos la tarde de ayer en Brasilia”.

“Convocamos a la sociedad a mantener la serenidad, en defensa de la paz y la democracia en nuestra patria”, afirmaron.

Los representantes de los poderes públicos de Brasil se reunieron la mañana de este lunes en el Palacio de Planalto, donde Lula despachó durante la jornada pese a que el predio fue uno de los vandalizados, con ventanas rotas y algunas oficinas destrozadas.

Además de la sede de gobierno, la de la Corte Suprema y del Congreso fueron tomadas el domingo durante casi cuatro horas por miles de seguidores del ex mandatario de extrema derecha Jair Bolsonaro, que exigían una intervención militar para retirar a Lula del cargo que asumió el primero de enero.

Los incidentes protagonizados por los bolsonaristas, a los que Lula llamó “fascistas fanáticos”, recordaron los ataques al Capitolio en Washington hace dos años, llevados a cabo por simpatizantes del entonces presidente estadounidense Donald Trump, aliado de Bolsonaro.

Desde la noche del domingo, el juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes suspendió por 90 días de sus funciones al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, quien acababa de presentar sus disculpas por “las fallas” de seguridad.

La Fiscalía General solicitó abrir inmediatamente investigaciones que lleven a la “responsabilización de los involucrados” en los ataques.

FUNCIONAMIENTO INSTITUCIONAL. El funcionamiento institucional de Brasil está totalmente normalizado tras el desmonte del campamento en que se refugiaban los bolsonaristas radicales que atacaron el domingo las sedes de los tres poderes, con unas 1.500 detenciones, afirmaron por otra parte fuentes oficiales.

“Gracias a Dios el país camina hacia la absoluta normalización institucional a gran velocidad”, dijo el ministro de Justicia, Flavio Dino, en una rueda de prensa en la que hizo un balance de las operaciones para reprimir a los responsables por los asaltos a las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema.

De acuerdo con Dino, pese a los daños aún visibles en las principales edificaciones públicas del país, Lula da Silva, trabajó normalmente en el Palacio presidencial de Planalto, en el que se reunió con autoridades de los otros poderes y con los comandantes militares.

“Lula se reunió con las autoridades civiles y con los comandantes de las Fuerzas Armadas, de modo a que, tanto en lo que se refiere a las instituciones civiles como a las militares, reina la plena normalidad”, aseguró.

FFAA DEMOCRÁTICAS. “Lo más importante es que las Fuerzas Armadas se mantuvieron fieles a la autoridad democrática y eso es algo que tenemos que conmemorar. En un modo general diría que lo peor ya pasó y que ahora cabe esperar los juicios políticos y criminales”, dijo.

Bolsonaro fue hospitalizado

El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro se encuentra ingresado en un hospital de Orlando, en Estados Unidos, donde viajó el pasado 30 de diciembre, por unos dolores abdominales, informó una fuente próxima del ex mandatario.

“Está hospitalizado en Orlando. Haciéndose análisis” por unos dolores abdominales, afirmó a EFE esa fuente sobre el estado de salud del ex gobernante, que dejó el poder el pasado 1 de enero, cuando le sucedió el progresista Luiz Inácio Lula da Silva. Según la prensa brasileña, el ex jefe de Estado está en el AdventHealth Celebration de Orlando, en el estado de Florida, aunque una operadora de esa clínica aseguró a EFE que el líder ultraderechista no se encuentra allí. La esposa del ex gobernante, Michelle Bolsonaro, señaló en redes sociales que su marido está “en observación” en el hospital por una “incomodidad abdominal”.

Esos problemas gástricos, según Michelle, son consecuencia de la “puñalada que Bolsonaro recibió” el 6 de setiembre de 2018.

  • AFP y EFE
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