Como una verdadera burla se está tomando el operativo realizado por personal del Destacamento Naval de Tres Fronteras, que incautaron una canoa en la que contrabandistas transportaban 15 cajas de pollo de procedencia argentina. Fuentes fidedignas aseguran que el decomiso se llevó a cabo meramente para intentar justificar y contestar a las fuertes críticas sobre el incesante contrabando registrado a través del río Paraná. Agregaron que los “perjudicados” en este caso son pequeños contrabandistas, mientras los traficantes de armas, cigarrillos y drogas pasan inadvertidos, ya que son los que aportan las coimas más “gruesas” a los militares coimeros.

La Armada Paraguaya informó que efectivos del Destacamento Naval de Tres Fronteras procedió a la incautación de una embarcación tipo canoa de metal, que contenía en su interior 15 cajas de pollo de procedencia argentina. Según detallaron, la embarcación con las mercaderías fue hallada a la orilla del río Paraná en la zona de Puerto Península. Supuestamente, la canoa estaba “abandonada”, sin embargo, las fuentes indicaron que los militares permitieron que los contrabandistas escapen.

Con este tipo de operativos insignificantes, lo que buscan los marinos es justificar su presencia omnipotente en aguas nacionales, luego del aluvión de críticas recibidas a raíz del incesante contrabando que pasa en horario nocturno sobre el río Paraná. En este caso, eligieron a contrabandistas de pollo de procedencia argentina para “justificarse”, no obstante, se cuidan mucho de no requisar armas o drogas. También los cigarrillos de la tabacalera del expresidente Horacio Cartes están en la lista de los “intocables”, de acuerdo con los informes. Resulta que es este tipo de contrabando de productos ilícitos el que más “recaudación” otorga a los marinos, de acuerdo con los datos.

La Clave viene denunciando hace días este esquema de recaudación millonaria que opera intensamente en las aguas del río Paraná, bajo el mando del teniente Cristian Cardozo, jefe de destacamento del Puerto Tres Fronteras, quien cuenta con el aval del comandante del Área Naval de CDE, capitán de navío Cristian Rotela, y del excomandante, capitán Walter Díaz, quien, desde la capital, sigue digitando el esquema, aseguran las fuentes. De acuerdo con las informaciones, los militares contarían con la protección del propio comandante de la Armada, almirante Carlos Velázquez, y de su hermano, el vicepresidente Hugo Velázquez.

Se presume que son unas 50 embarcaciones que a diario traen gran cantidad de productos de contrabando del vecino país Argentina y operan amparados en la oscuridad de la noche y bajo la protección total de los marinos destinados al resguardo del Puerto Tres Fronteras. En tanto, del lado paraguayo, se trafican cubiertas y otros productos a territorio argentino, por lo que es un constante “ir y venir” de contrabando, pero todo con la “venia” de los militares, quienes hacen los “controles” sin acompañamiento de ningún otro organismo estatal.

Nuestras fuentes aseguran que, por cada embarcación, ya sea lancha o canoa, los militares al mando de Rotela y Cardozo, cobran 3 millones semanales, sumando unos 150 millones de guaraníes semanales de “recaudación”. Pese a las denuncias, respaldadas por imágenes, el Ministerio Público del Alto Paraná se mantiene en completo silencio respecto a estas denuncias. Se presume que hay varios agentes fiscales en la “lista de pago” de los marinos coimeros.

FUENTE: LA CLAVE NOTICIAS