El candidato de la Libertad Avanza superó a Sergio Massa en el balotaje por casi 12 puntos. Se impuso en 20 provincias y en CABA. También ganó en la mayoría de los municipios bonaerenses. Se inicia una transición política y económica en medio de un contexto delicado. Javier Milei será el próximo presidente de la Argentina. Este domingo superó ampliamente a Sergio Massa en el balotaje.

Con una muy buena performance electoral en el interior del país -especialmente en las provincias de Mendoza (71% de los votos) y Córdoba (74,14%)-, el economista ganó la votación mucho más holgadamente de lo que habían presagiado las encuestas los días previos.

Macri fue uno de los grandes ganadores de este domingo. El 22 de octubre, luego de terminar segundo en las elecciones generales, el rumbo de Milei era incierto y arreciaban versiones de todo tipo. El expresidente lo convocó a su casa y en 24 horas forjó una alianza vencedora. El Pacto de Acassuso dio un resultado excelente. Los términos del acuerdo terminarán de conocerse seguramente en los próximos días, cuando el libertario empiece a perfeccionar su equipo de gobierno.

Hubo otras provincias en donde Unión por la Patria esperaba otros números y terminaron inclinándose a favor del “león”. De hecho, Massa ganó sólo en Formosa y Santiago del Estero además de Buenos Aires. Milei celebró en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, CABA, San Juan, Mendoza, Catamarca, La Rioja, Tucumán, San Luis, Salta, Jujuy, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y Tucumán.

Milei se transformará el 10 de diciembre en el décimo presidente democrático. Recibirá un país en emergencia con indicadores angustiantes: inflación anual de 142,7%, pobreza por encima del 40%, un producto bruto interno 2,2% menor al de 2019, reservas del Banco Central negativas y balanza comercial deficitaria.

En los últimos cuatro años, la cotización del dólar oficial pasó de USD 60 a 369,50. Y la cotización libre cerró el viernes a USD 950 en un mercado prácticamente sin operaciones por los controles impulsados desde el gobierno. La brecha entre ambas puntas supera el 150 por ciento.