El aumento de la violencia impulsada por los narcotraficantes llevó al Gobierno a aplicar la medida. Este podría ser el futuro de Paraguay, en donde los narcos también ganan protagonismo.

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien asumió en mayo, decretó el estado de excepción en todo el país por 60 días ante una «grave conmoción interna» por los altos índices de violencia por efecto del narcotráfico.

Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú -los principales productores mundiales de cocaína-, es utilizado como bodega y para el tránsito de drogas.

Una situación similar -salvando las distancias- es la que atraviesa Paraguay, con una escalada de violencia protagonizada por grupos de narcotraficantes que operan en la frontera con Brasil y que extienden sus tentáculos en grandes ciudades del país.

En Ecuador, los decomisos entre enero y octubre de 2021 alcanzaron el récord anual de 147 toneladas contra 128 toneladas de 2020, mientras que los homicidios intencionales subieron a casi 1.900 (once por cada 100.000 habitantes) frente a cerca de 1.400, respectivamente, según cifras oficiales.

Fuerzas Armadas de Ecuador realizan desde el martes operativos de control en una docena de provincias del país en el primer día del estado de excepción para tratar de frenar la ola de crimen y delincuencia.

El objetivo de los controles es incautar armas, municiones y explosivos, así como sustancias ilícitas.

En Quito, la capital del país, las Fuerzas Armadas informaron de un control en la localidad de Conocoto, donde soldados inspeccionaban vehículos desde por la mañana «con la finalidad de precautelar la seguridad de la ciudadanía y contrarrestar los actos delictivos».

También han informado de operativos similares en la zona del El Recreo (sur) y Sangolquí (sureste), ambas también en el distrito metropolitano de Quito.

En sucesivos mensajes a lo largo del día por redes sociales, las Fuerzas Armadas han ido notificando la realización de controles en las provincias de Esmeraldas, Loja, Azuay, Imbabura, Orellana, Chimborazo, Guayas, El Oro, Sucumbíos, Santa Elena, Morona Santiago, Zamora Chinchipe y Manabí.

En algunos de los casos se trataba de controles en carreteras para la inspección de vehículos, en otros de operativos dentro y fuera de las prisiones, y también había casos de «control hidrocarburífero». La institución castrense no ha dado a conocer el número de efectivos que participan en estas operaciones ni de los resultados, que se amparan en el decreto de excepción.

Sin embargo, como ejemplo, un alto mando de la Policía reveló que en un operativo en Esmeraldas participaban 1.600 agentes más un contingente militar cuyos miembros no cifró.

SECRETARIO DE EEUU. En su primer viaje por Sudamérica, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, visitó el martes Ecuador.

El secretario de Estado expresó en Quito su «admiración» por el trabajo del presidente Lasso a favor de la democracia y aplaudió el «combate» contra el narcotráfico y la corrupción.

El mandatario ecuatoriano señaló por su parte que ambos países comparten «valores democráticos y de libertad». En Twitter, adelantó que trabajarán para «dar pasos sustanciales en seguridad, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, migración y reactivación». Blinken, quien visita hoy Colombia, hizo su primera escala en un Ecuador conmocionado por el repunte de la inseguridad, con cientos de muertos de por medio, fenómenos que el gobierno vincula con el narcotráfico.