El medio británico The Guardian realizó un reportaje sobre la amenaza que representa el corredor bioceánico a la biodiversidad y las comunidades indígenas del chaco paraguayo.

En un extenso material, The Guardían analiza la situación que vive el pueblo ayoreo y la problemática que envuelve al segundo bosque más grande de América Latina después del Amazonas: el chaco paraguayo con la realización del corredor bioceánico, impulsado por el gobierno del Mario Abdo Benítez.

De acuerdo con las versiones recolectadas durante su reportaje, el medio señala que corredor bioceánico «es una pesadilla, que acelera la destrucción del Chaco».

Alertan que el bosque del Chaco es uno de los que desaparece más rápido en la Tierra, y acumula una presión mortal sobre sus habitantes nativos, incluidos algunos que evitan el mundo exterior, como son los ayoreos.

Alto riesgo para los ayoreo

El informe contempla los altos índices de deforestación conocidos en el 2019, que daban cuenta de la destrucción de los bosques de Chaco, en dimensiones de un campo de fútbol que eran destruidos en cuestión de minutos.

«El Chaco de Paraguay es el hogar de más de una docena de pueblos indígenas. Pero los ayoreo están particularmente expuestos a los cambios que trae la carretera: muchos viven a lo largo de su camino y ya enfrentan una pobreza severa y una marginación social», publica el diario británico.

The Guardían señala que líderes de las 11 comunidades ayoreo cercanas a Carmelo Peralta dicen que la carretera presenta muchas amenazas: desde accidentes de tránsito mortales y rápidos cambios sociales hasta una mayor deforestación ilegal de las zonas tradicionales de caza y alimentación.

Asimismo, advierte que probable que siga una serie de trastornos culturales dañinos, mientras que los líderes temen que la marea venidera de camioneros y ganaderos propague el uso de drogas, la prostitución y los delitos menores.

Comparación con la ruta Transchaco

Los lugareños aseguran que estos efectos también se dieron en el Chaco con otras comunidades indígenas desde la construcción de la ruta Transchaco norte-sur en la década de 1970, y que también está siendo ampliada y repavimentada en la actualidad.

«El Corredor Bioceánico también amenaza la vida silvestre vital para los Ayoreo. Más animales en peligro de extinción serán aplastados por camiones a gran velocidad, incluidos los osos hormigueros gigantes de movimiento lento y el aguará guazú , un canino parecido a un lobo», lamenta el sitio.

Agregan que si bien los túneles de vida silvestre, debajo de la ruta, mitigaran el problema, pero no del todo, además de que no hay suficientes pasos para los animales.

«Lo más preocupante, dicen los lugareños, es la evidencia de que la carretera está acelerando la deforestación. Esto hace que sea aún más difícil para los ayoreo cazar, buscar miel, frutas y raíces, y recolectar plantas medicinales; prácticas que son clave para su supervivencia y cultura», expone el material periodístico.