Cuantiosas críticas generó el cambio que se aplicó a la ley de vigilancia del espacio aéreo, ya que la Cámara de Diputados eliminó la esencia del proyecto original, es decir, el derribo de aviones que transportan droga. Sin embargo, existe una justificación legal.

La propuesta ya fue remitida al Senado y es parte de un marco de herramientas para la lucha contra el crimen organizado. Se trata de un proyecto que modifica la ley de vigilancia o protección del espacio aéreo paraguayo.

El diputado de Honor Colorado, Raúl Latorre, cuya bancada encabezó la propuesta de modificación, explicó que el texto original contradecía la legislación contra la pena de muerte en Paraguay y a nivel internacional.

“El proyecto fue adecuado a la legislación internacional y a los acuerdos formados al principio constitucional de nuestra República, que tiene proscripta la pena de muerte, porque una de las críticas en el derecho internacional a las naciones que sí acompañaron el derribo rápido es que termina siendo una ejecución sumarial extrajudicial para pasajeros civiles que no fueron juzgados”, precisó.

El parlamentario aclaró igualmente que el proyecto aprobado permite el uso letal de la fuerza en caso de resistencia armada o para la legítima defensa, y que la propuesta original establecía el derribo sin cumplir con un protocolo previo.

Latorre señaló que es necesaria una readecuación del marco legislativo y de las capacidades de las fuerzas de seguridad interna y militares para enfrentar el terrorismo, el narcotráfico y el crimen organizado en general, y para ello es necesario controlar el espacio aéreo, teniendo en cuanta que toneladas de droga circulan todos los días en el país en total impunidad.

“Nuestro marco legislativo está desfasado, no tenemos capacidad de vigilancia del espacio aéreo, porque carecemos de un sistema de radares que nos permita tener un control del espacio aéreo; hay muchos puntos negros en el mapa nacional y tampoco tenemos escuadrones de caza que permitan realizar una intercepción efectiva”, describió el legislador.

Por todos esos motivos, manifestó que es necesario avanzar en protocolos para el reconocimiento de aeronaves sospechosas y su posterior intercepción, lo que, según indicó, se permite con la normativa aprobada, como un proceso previo para plantear una iniciativa presupuestaria de adquisición de radares y escuadrones de caza.

Embajada. La Embajada de Estados Unidos en Paraguay dio su visto bueno a través de las redes sociales al proyecto aprobado.

“Reconocemos el esfuerzo del Congreso paraguayo para fortalecer la vigilancia y protección del espacio aéreo, conforme a las leyes internacionales. El gobierno de los EEUU continuará apoyando a Paraguay en el combate al crimen organizado”, expresó.

El proyecto definitivo elimina el artículo donde se daba atribución a la Fuerza Aérea para el derribo, y establece identificar a la nave y entablar comunicación vía radio, indicando dónde deberá aterrizar.

En caso de respuesta negativa, recurrir a disparos de advertencia, con municiones con cartuchos trazadores, para asegurar que el piloto sepa que ha sido interceptado.

Marito apoya acciones más duras

El presidente Mario Abdo Benítez evitó confrontar a los diputados que tomaron la decisión de suavizar medida que no permite finalmente el derribo de aviones para incrementar combate contra el crimen organizado.

Tras participar de un acto en el Comando Logístico, el jefe de Estado respondió que respeta la decisión pero que considera importante afianzar en la acción mas dura contra operaciones del narcotráfico.

“Respetamos el trabajo del Parlamento”, respondió en un primer momento para luego afirmar que “creemos que la posibilidad de derribo de aviones es algo muy importante en la lucha contra el crimen organizado”.

En la Cámara de Diputados hubo una nueva maniobra que terminó mutilando el proyecto de ley que pretendía endurecer la reacción estatal para el derribo de los aviones vinculados a operaciones del narcotráfico.

La propuesta impulsada por el sector del cartismo planteó una etapa de intercepción en dos fases. Primero una de advertencia verbal y en segundo lugar, “uso de disparo de advertencia” con municiones de cartucho.

Con esta medida se impide finalmente que la Fuerza Aérea Paraguaya pueda derribar las avionetas que operan en territorio principalmente el tráfico de cocaína.

Desde el Poder Ejecutivo se había enfatizado en la necesidad de contar con esta herramienta que sí tienen otros países.

Paraguay se ha convertido en los últimos tiempos en un lugar estratégico para la circulación de la droga que viene desde Bolivia y pasa por la frontera hacia el Brasil para terminar en el mercado europeo y otros países.

Hay varias líneas de investigación que pretende focalizar justamente la necesidad de aumentar el ataque a grupos mafiosos.