El Covid-19 llegó para quedarse, mencionan muchos, pero también llegó para desnudar la desidia, el desinterés y la corrupción en torno a la salud en el décimo departamento. En los primeros días de enero del 2021, Alto Paraná empezó a atravesar una segunda ola del Covid que fue subiendo hasta llegar al pico entre junio y julio, cuando los centros asistenciales se vieron rebasados. En ese tiempo hubo personas que murieron por falta de medicamentos, de atención y por el alto costo de los insumos y medicamentos en las farmacias, cuyos dueños “hicieron su agosto” con la pandemia, sin el control de los órganos del Estado.

Hubo testimonios dolorosos de familiares de pacientes que no conseguían una cama de Unidad de Terapia Intensiva (UTI) y terminaron falleciendo, pese al esfuerzo del equipo médico del Hospital Integrado del IPS que se escuchaban en las redes y los medios de comunicación. Los sanatorios privados tampoco quedaron atrás, si bien salvaron muchas vidas, miles de familias quedaron con deudas millonarias o perdieron sus casas, vehículos, luego de las internaciones.

LAS VACUNAS

Ínterin en que los casos aumentaban en Alto Paraná, el 21 de febrero llegaron las primeras 300 vacunas para los profesionales de salud, el primer personal en recibir la vacuna fue el doctor Pablo Cabral, jefe de UTI del Hospital Respiratorio Integrado IPS-MSP, luego fue aumentando y pasando a otros grupos de personas.

VACUNAS VIP

Se registró el 13 de abril en el polideportivo de la Universidad Privada del Este (UPE), donde se descubrió que decanos de esa casa de estudios, exdecanos de la Universidad Nacional del Este (UNE), y hasta exjueces recibieron vacunas sin estar habilitados. La UPE es propiedad de la familia del gobernador del Alto Paraná, Roberto González Vaesken, cuyo hermano, Luis “Tiky” González, era candidato a intendente en Franco en esa ocasión; allí hubo más de 100 inmunizados de manera irregular que hoy pasan a tener inmunidad ante el Covid.

Demostrándose así “amiguismo” y corrupción, además de impunidad ya que en el caso no hubo sanciones hasta ahora, pese a abrirse un sumario desde el Ministerio de Salud y la disposición de la salida del director del hospital franqueño, Luis Villalba.

DESORDEN Y POCA COBERTURA

Luego avanzó la vacunación a rangos de edades menores, la desorganización, falta de personal, incapacidad y todos los calificativos hicieron que se aglomeraran muchos adultos mayores en los vacunatorios, especialmente en el predio de la Gobernación donde pasaron frío, lluvia, y hambre. Esto hizo que hasta la fecha cerrando 2021 Alto Paraná no avance del 40% de personas vacunadas con por lo menos una sola dosis, también hizo que se le de salida del cargo al exdirector de la X Región Sanitaria, doctor Hugo Kuzle y asuma el Dr. Arturo Portillo en noviembre. Estos factores sumados a los antivacunas, como diputados, algunos médicos e influencers hacen que Alto Paraná nuevamente sea el epicentro del rebrote del virus. A pesar de todo esto se augura un 2022 sin más fallecidos por Covid o por otras muertes evitables.

Fuente: La Clave