Habrá indefectiblemente nuevo incremento, según el gremio, que sigue aguardando versión oficial sobre estrategia para mitigar impacto al bolsillo, y que no se distorsione otra vez el mercado.

Tras algunas versiones extraoficiales que circulaban antes del fin de semana pasado, finalmente el sector privado que comercializa combustibles alza la voz y expresa su preocupación, porque nota que ya es inevitable un nuevo incremento en el precio. Esto atendiendo a la escalada de suba en el precio internacional del crudo.

Así lo expresó ayer a ÚH Víctor Yambay, vocero de la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa), al indicar que desde la semana pasada vienen lanzando señales al Gobierno, con el fin de que se establezca una estrategia que brinde el menor golpe al bolsillo de los consumidores finales.

“Con los importadores, estuvimos reuniéndonos ya con el Gobierno; y expresamos cómo cada vez está apurando el precio internacional y los stocks que debemos reponer: el valor de reposición sigue estando en rojo. No queda otra solución que establecer un incremento en el precio”, sostuvo.

De acuerdo con el vocero, es importante establecer una metodología que permita tener un escenario muy distinto al que se presentó la vez pasada, cuando fueron subiendo los precios y el sector privado se acomodó a las circunstancias; mientras que Petropar generó una distorsión en el mercado, manteniendo los precios o bien incrementando muy moderadamente sus combustibles.

sin respuesta. Hasta ahora, Apesa no recibió respuesta desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), según Yambay, y el temor es llegar a un eventual desabastecimiento, ya que la orden de reposición se debe hacer en estos días, para contar con las nuevas partidas en dos o tres semanas, “ya que la compra no se hace en dos o tres días”, agregó.

Respecto de los precios que puedan llegar a tener las nuevas entregas, Yambay indicó que aún no se puede contar con ese dato, porque dependerá de la cotización del momento en que se harán las negociaciones. No obstante, el ajuste estaría en torno a G. 500 por litro.

También enfatizó en que el sector privado está perdiendo plata, mientras Petropar hace una reducción de G. 500 por litro. Hoy estamos hablando de aumento y ellos ayer (por el domingo) estaban regalando combustible”, criticó respecto de la promoción de Petropar de G. 500 menos por el Día de la Madre.

Última suba y su preámbulo de distorsión del mercado

Luego de la derogación de la ley que subsidiaba la importación de combustibles por parte de Petropar, desde el 12 de abril pasado Petropar se adecuó a los precios del mercado y subió los valores de sus hidrocarburos. Fue el último incremento experimentado, siendo los privados los que ya habían registrado la suba de sus carburantes unas semanas antes.

En ese momento, el diésel tipo III pasó a costar G. 8.050, con aumento de G. 2.000; por su parte, el diésel Mbarete se encareció en G. 1.350, pasando a costar G. 9.670; la nafta Aratirí subió a G. 9.590, con un aumento de G. 750; en tanto que la nafta Oikoite trepó a G. 8.310, mediante un aumento de G. 1.400.

Los precios internacionales siguen incrementándose a causa de la guerra en Europa.

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