Continúa a buen ritmo la construcción del Puente de la Integración Paraguay – Brasil sobre el río Paraná. En los próximos días se prevé el lanzamiento de la primera dovela en el lado paraguayo de la imponente estructura, para lo cual ya se están instalando los carros de avance correspondientes. De esta forma, se dará inicio al denominado “avance libre” en la obra, cumpliendo con el cronograma establecido.

Las dovelas son estructuras metálicas que van unidas una con otra a través de soldaduras especiales. Sobre las mismas van las losas prefabricadas que forman la calzada del puente. El lado paraguayo y el lado brasileño se compondrán de 17 dovelas cada uno (34 en total). Las estructuras contarán con sus respectivos tirantes en cada extremo, a fin de sostenerse en elevación y soportar el peso de los camiones y automóviles que cruzan el puente.

Las dovelas están siendo fabricadas en el mismo campamento de obras de la contratista, en Presidente Franco, a pocos metros del puente. Cada una demandará un plazo de 15 días para ser montada completamente. Por su parte, el lado brasileño de la obra ya cuenta con tres dovelas colocadas. Para ajustarlas, se utiliza un moderno sistema denominado “dispositivo de lanzamiento”, proyectado y construido exclusivamente para este fin.

A la par, se siguen ubicando los tirantes que sostendrán la calzada y en la margen paraguaya ya fueron colocados ocho. En su conjunto, el Puente de la Integración ya registra un avance superior al 70% y se estima que la obra estará totalmente terminada en setiembre de 2022.

El Puente de la Integración, que unirá a las ciudades de Presidente Franco y Foz de Yguazú, es del tipo atirantado. El tramo central estará compuesto por un tablero soportado, en varios puntos de su extensión, por cabos fijados a la torre principal (mástil en “Y” invertida) y esta, a su vez, a la caja de equilibrio. Los tableros son los que reciben y transmiten las cargas.

La conexión vial tendrá 760 metros de largo, con columnas principales de 174 metros de altura y con un vano central (espacio que queda entre los dos pilares por donde pasa el cauce de navegación del río) de 470 metros de ancho y más de 60 metros de alto. Para hacer realidad el segundo puente entre Paraguay y Brasil, se invierte USD 84 millones.