Los fiscales Osmar Legal y Alicia Sapriza imputaron ayer al exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, por cohecho pasivo agravado y solicitaron medidas alternativas a la prisión. Giuzzio ejerció la titularidad del Ministerio del Interior  desde 22 de enero de 2021 hasta 22 de febrero de 2022, cuando se vio obligado a renunciar, justamente al trascender sus vínculos con un presunto narcotraficante brasileño, detenido en el vecino país.

El exministro del Interior, entre los componentes administrativos, tuvo a su cargo ser ordenador de gastos, emitir autorizaciones para el llamado a licitaciones, y la adjudicación de proveedores, servicios y, en consecuencia, suscribir además los contratos correspondientes.

En ese orden de cosas, desde el mes de julio de 2021 hasta febrero de 2022, Arnaldo Giuzzio, en su carácter de ministro del Interior, mantuvo constantes comunicaciones con Marcus Vinicius Espíndola Marques, quien dirigía y administraba las empresas Black Eagle Group S.A y Ombú S.A. con varias actividades comerciales, entre ellas alquiler y blindajes de vehículos y cuya intención era ser proveedor del Estado, a través del Ministerio del Interior y de su relación de amistad con el entonces titular de la Cartera.

Marcus Vinicius Espíndola está actualmente detenido en el Brasil por narcotráfico. En este vínculo que se habría establecido, Arnaldo Giuzzio, en pleno ejercicio de sus funciones como ministro del Interior, aceptó servicios de blindajes de vehículos para la Policía Nacional, supuestamente en carácter de cortesía por parte de Vinicius Espíndola.

Igualmente, habría aceptado el préstamo, a título gratuito de un vehículo para su uso personal y familiar. Por otra parte, entre los mencionados se habría producido varios encuentros personales tanto en las oficinas de las firmas comerciales de Marcus Vinicius Espíndola. También habría sido invitado al campo de tiros de las Fuerzas Operativas Policiales Especiales, teniendo estas vinculaciones con el narcotráfico y se habría producido otros encuentros.

Además, vía WhatsApp, en octubre de 2021, Marcus Vinicius le envía un link sobre una noticia periodística, sobre un procedimiento en territorio brasilero sobre el caso Lava Jato, de un allanamiento en la vivienda de Antonio Joaquin Da Mota, y el ministro del Interior le agradece y le dice:  “Les hablo”.

En otra ocasión, habría adquirido servicios de blindajes de vehículo destinado para un operativo de seguridad, donde también se daban supuestamente por “cortesía”, mediante el cual tenía acceso a los mecanismos de seguridad. Además, Arnaldo Giuzzio estaba en conocimiento de las intenciones de Vinicius Espíndola de ser adjudicado como proveedor del Estado.

Tras otros servicios brindados a la institución, se puede inferir rubros diferentes a los destinados para el mantenimiento, blindajes y reparación de vehículos, puesto que debe existir una convocatoria a licitación pública, lo cual ni ha ocurrido y, en consecuencia, procediendo en contra de sus legítimas funciones.

INTERCAMBIO DE MENSAJES

En el marco de la investigación realizada por los agentes fiscales, Alicia Sapriza, de la unidad especializada de crimen organizado, Osmar Legal, de la unidad especializada de delitos económicos y anticorrupción, sobre el vínculo del exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, y el narcotraficante Marcus Vinicius EspÍndola, se registraron varios mensajes entre ambos.

Dichos mensajes fueron proveídos por las autoridades brasileras -que realizaron la detención del narcotraficante, Marcus Vinicius Espíndola Marques-, al requisar el teléfono celular del citado procesado en el vecino país, y en el cual han encontrado que el exministro Giuzzio mantenía conversaciones por medio de mensajes con Espíndola.

La información sobre la vinculación Marcos Vinicius y el exministro Arnaldo Giuzzio fue remitido por la Fiscalía del Brasil en mayo pasado, por indicio de hecho punible, explicó el fiscal Osmar Legal.

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