La elevada inflación que se registra en los últimos meses en nuestro país incide directamente en el consumo, dicen analistas. Recuperación pospandemia se preveía en 2022, pero deberá esperar.

El consumo a nivel local se está viendo resentido en lo que va del 2022 por la coyuntura de la economía y, teniendo en cuenta el escenario y las proyecciones actuales, se estima que no logrará una recuperación plena todavía este año, según indicaron analistas consultados por Última Hora.

César Barreto, economista y ex ministro de Hacienda, señaló que el consumo en Paraguay se ve impactado principalmente por la inflación (que viene registrando incrementos interanuales de doble dígito en los últimos meses) y que seguirá de esa manera durante lo que resta del corriente año.

“La inflación reduce el poder adquisitivo de una gran parte de los consumidores y como sus ingresos no se ajustan en la misma medida, cada familia va optimizando y priorizando su gasto hacia lo más básico o cambiando marcas y calidad de productos y servicios”, indicó.

Agregó que el próximo ajuste del salario mínimo “dará un respiro” en este segmento y una probable reactivación ligada a la próxima zafra agrícola también ayudará, pero recién a partir del tercer cuatrimestre de este año.

No obstante, Barreto sostuvo que el consumo de bienes durables se verá más afectado, aunque se está sosteniendo de momento gracias a que el crédito sigue con una alta disponibilidad, a pesar del ajuste de tasas por parte del Banco Central del Paraguay (BCP), como parte de su política antiinflacionaria.

“Este año será difícil para el consumo en general y esperamos una mejora sustancial para el 2023, de la mano de un buen año agrícola y de una convergencia de la inflación a la meta del BCP”, comentó el ex secretario de Estado.

Nuevo panorama. Por su parte, Patricia Goto, economista de CPA Ferrere, comentó que en 2022 la expectativa era que el consumo sea uno de los motores de la economía, apuntando a una recuperación post pandemia, pero el escenario fue cambiando paulatinamente en la medida en que el optimismo sobre la actividad fue decayendo.

“Esto se ve deteriorado por los niveles de inflación que tienen un efecto directo sobre los niveles de consumo, pero todavía no se ve muy reflejado en los indicadores, como el del Estimador de Cifras de Negocios (ECN) del Banco Central, aunque esto creemos que es solo cuestión de tiempo”, explicó.

Al respecto, señaló que en donde sí se observa el golpe sobre el consumo es en el llamado Índice de Confianza del Consumidor (ICC), también publicado por la banca matriz. “En el ICC, que es un buen indicador de las expectativas de consumo, sí se nota un deterioro. Eso adelanta los niveles futuros de consumo que se espera vayan desacelerándose”, refirió.

No obstante, hizo énfasis en que dentro del ECN por sectores también se divisan resultados negativos influenciados por la inflación que pueden persistir en el corto plazo. “En los números por rubro, que permiten ver lo que está pasando, claramente se ve, por ejemplo, la caída de venta de combustible que en gran medida está explicado por los precios”, detalló.

Finalmente, Goto ratificó que la proyección actual es que el repunte del consumo vaticinado previamente para 2022 no se dé, postergando los mejores números para el año 2023, en caso de que las condiciones vayan mejorando, sobre todo en lo que respecta a los costos.

Indicador de ventas cayó en marzo y el de confianza se estancó en abril

Según los reportes del Banco Central del Paraguay (BCP), el Estimador de Cifras de Negocios (ECN), que es considerado como el indicador de ventas a nivel local, registró una variación negativa en marzo pasado. En términos interanuales, la contracción fue de 4,3%, conforme a los datos del BCP.

Sin embargo, cabe mencionar que la variación acumulada, transcurrido el tercer mes del año, se ha ubicado todavía en niveles positivos (2,3%).

La baja de las ventas en marzo se vio explicada fundamentalmente por los desempeños negativos verificados en los sectores comercio, manufacturas y servicios, según lo que señalan los informes del BCP.

En lo que respecta al Índice de Confianza del Consumidor (ICC), que se confecciona con base en encuestas, el resultado del mes de abril pasado fue 45,8, igual al del mes anterior de marzo (45,8). El dato es relevante teniendo en cuenta que la metodología del Banco Central establece que los resultados menores a 50 dentro del ICC evidencian pesimismo de los consumidores.

La encuesta también evalúa la posibilidad de comprar bienes durables, específicamente, automóviles, motocicletas, casas y electrodomésticos, que se resumen en el Índice de Bienes Durables. Esta referencia se ubicó en abril de 2022 en uno de sus niveles más bajos de los últimos meses.