Las últimas lluvias favorecieron a los diferentes cultivos agrícolas del país, especialmente a la soja, cuya siembra avanzó prácticamente en un 50%. Los productores están entusiasmados y esperan que las precipitaciones continúen en las diferentes etapas de desarrollo de la planta.

Además de la soja, rubros como sorgo y aquellos de la agricultura familiar que están en pleno crecimiento son muy beneficiados por las precipitaciones. “Tenemos parcelas de soja en pleno desarrollo vegetativo con una variedad de épocas de cultivos, en algunos sectores de Itapúa hay sojales que ya tienen casi tres semanas, otras áreas están recién sembradas o en franja de germinación”, dijo Orlando Gallas, jefe de Asistencia Técnica de cooperativa Colonias Unidas.

Los agricultores esperan que el comportamiento climático sea lo adecuado hasta la finalización de la campaña agrícola para levantar los granos y poder comercializarlos, hecho que les permitirá cumplir con deudas contraídas con los bancos de plaza y las cooperativas de la zona.

El clima también está acompañando a los rubros de consumo como la mandioca, el maíz, el poroto y plantas de sandía.

Norte. En los departamentos del Norte, donde la siembra estaba más atrasada debido a la falta de lluvia, también están teniendo buenas precipitaciones. “Ahora tenemos incluso un poco de exceso de lluvia, estamos con más de 200 milímetros acumulados en Canindeyú”, dijo al respecto el presidente de la Asociación de Productores de Soja (APS), Eno Michels.

Estima que la siembra avanzó entre 45 y 50% a nivel nacional y espera que hasta el 15 de octubre se alcance el 85% de la superficie estimada de al menos 3,5 millones de hectáreas.

Debido a las persistentes lluvias en Canindeyú las maquinarias pesadas no pueden ingresar a las parcelas desde domingo. Los agricultores esperan retomar las tareas este fin de semana.

Exceso de agua afecta al trigo

A diferencia de los cultivos que está arrancando y que se benefician de la humedad, el trigo que se está cosechando está en riesgo.

Como en los últimos días no se está pudiendo recolectar el cereal a raíz de las lluvias, los granos están perdiendo calidad.

El dirigente Eno Michels explicó que el grano de primera calidad tiene un pH superior a 75 y tiene un buen rendimiento para la harina. Por debajo de ese nivel, se reconoce como triguillo y pierde precio. Además de este riesgo, las espigas podrían germinar y ser inservibles para la fabricación de harina. Sin embargo, las plantas que siguen verdes no se vieron afectadas.

Solo en Itapúa se tienen alrededor de 200.000 hectáreas de trigo, cantidad de la cual ya se cosechó el 80%.

Según los datos recogidos por el Instituto de Biotecnología Agrícola, el año pasado se sembraron 422.563 hectáreas de trigo, siendo Alto Paraná el departamento líder en el rubro con 176.037 hectáreas. Luego se encuentra Itapúa con 79.044 y en tercer lugar Caaguazú con 64.218 hectáreas. Canindeyú y Caazapá son otras zonas con importantes áreas destinadas al trigo.

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