Industriales y productores se quejan de que el contrabando aumenta en tiempos electorales y de lo difícil que es hacerle frente a este flagelo cuando los propios políticos buscan beneficiarse de lo ilegal.

En tiempos electorales como el que vivimos, el contrabando hace de la suyas con más fuerza, debido, en parte a los deficientes controles fronterizos burlados en forma casi constante por los contrabandistas o por la vista gorda de las autoridades políticas, que tienen intereses electorales, por lo que les resulta más conveniente “no ver” o sancionar lo que pasa frente a sus narices.

Ariel Felippo, dirigente del Centro Azucarero Paraguayo, no tuvo reparos en afirmar que “los contrabandistas son delincuentes apañados por políticos y los criminales van hacia donde generan más dinero. Si en una semana les da más dinero el aceite, van hacia ese rubro”, expresó.

Indicó que cada vez que ingresa azúcar de contrabando al país, las ventas de los ingenios azucareros se reducen entre un 20% a un 50%, dependiendo de la cantidad contrabandeada.

Al mismo tiempo, menciona que, en general, están en un nivel de venta muy bajo, y a la vez complicado, de distribución del producto a nivel local, pues al contrabando se suma los casi tres años de sequía que tuvo que soportar el sector y la pandemia de dos años.

Felippo añadió que ante este complejo escenario, “con el actual clima electoral voraz que hay ahora… normalmente, la delincuencia funcionaba bien, pero ahora funciona mejor, porque se hace la vista gorda para poder repartir el dinero negro del contrabando”, expresó el dirigente azucarero. “Los contrabandistas son delincuentes, criminales, y los criminales, sin ningún tipo de contemplaciones, van a lo que les hace más dinero”, aseveró.

Sector hortícola. Otro sector muy afectado por el ingreso ilegal de productos, especialmente desde la Argentina, es el hortícola, que hace que la producción nacional literalmente se pierda por toneladas cada día, por tratarse de productos pereceredos.

De hecho, hace solo unas semanas, los productores tomateros llegaron hasta Asunción a protestar por el bajo nivel de ventas que tenía, que hizo que perdieran 40 toneladas de tomates en pocos días.

El productor tomatero Gregorio Ocampos aseveró que el contrabando es apañado desde los altos estratos del poder político, haciendo referencia al ex comandante de la Marina, Juan Ramón Velázquez (ya destituido), quien arrastraba graves acusaciones por hacer la vista gorda ante estos hechos. “Se trata de una mafia muy grande a la que es difícil hacerle frente por toda la estructura que manejan”, aseguró.

Ocampos señaló que la lucha es cansadora y llega un momento en que desisten de tratar de razonar con las autoridades.

Dijo que siempre se cubre una parte del mercado con el contrabando, aunque en pandemia se hizo patente que si se controlan las fronteras como se debería, no habría ingreso ilegal de mercaderías y “todos estaríamos mejor”.

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