La red dedicada al narcotráfico de cocaína, liderada por el clan Insfrán y el uruguayo Sebastián Marset, habría ordenado el asesinato del fiscal Marcelo Pecci, según reveló un medio colombiano que tuvo acceso a las declaraciones del considerado cerebro del crimen.

Francisco Luis Correa Galeano, de 43 años, a quien señalan los investigadores de ser el cerebro del crimen del fiscal Marcelo Pecci en Colombia, ya fue detenido. El hombre declaró ante las autoridades colombianas y parte de su versión fue revelada por el periódico El Tiempo. De acuerdo con Correa, a él lo ubicaron en Medellín dos hermanos colombianos (dedicados al tráfico de cocaína y que las autoridades califican como narcos puros) a petición de una persona que hace parte de una de las redes más grandes dedicadas al tráfico de cocaína en Paraguay.

El hombre, que no aceptó los cargos y que hoy busca un acuerdo con la Fiscalía General y la DEA para evitar su extradición a Estados Unidos, afirmó que recibió 2.000 millones de pesos colombianos por la muerte de Pecci. Aseguró que “el dinero, la logística y la información para matar al representante del Ministerio Público habrían enviado directamente desde Paraguay» y que un tercero le hizo llegar, un hombre que haría parte de una red de narcotráfico internacional.

Con base en el testimonio de Correa, los investigadores colombianos, estadounidenses y paraguayos, a cargo de la investigación, desarrollaron varios perfiles criminales para generar una hipótesis sólida de quién habría ordenado el asesinato. En ese sentido, la investigación apunta directamente al esquema dedicado al narcotráfico de cocaína, que era liderado por Miguel Ángel Insfrán Galeano, del clan Insfrán, y del uruguayo Sebastián Marset; ambos, prófugos de la Justicia en el marco del operativo A Ultranza Py.

De acuerdo con la publicación del medio colombiano, el detonante para la muerte de Marcelo Pecci fue una orden de captura contra cinco de los siete hermanos Insfrán, emitida el 22 de abril pasado, cuando fue capturado el menor de ellos, Conrado Ramón Insfrán Villalba. Las autoridades paraguayas incautaron y decomisaron innumerables bienes del clan Insfrán, que es uno de los objetivos del operativo A Ultranza, que se inició el 22 de febrero y que busca desarticular un esquema criminal que se dedica al envío de drogas a puertos de Europa y África, y el posterior lavado de activos. El megaoperativo también apunta a Marset, quien fue investigado desde el 2013, en Uruguay, y obtuvo una condena en ese país. Luego en el 2018 comenzó a frecuentar países de Sudamérica, entre ellos, Paraguay.A partir del 2020 se habría radicado en el país y se presume que integró varias organizaciones criminales a nivel nacional e internacional, para transportar grandes cantidades de cocaína.

Se presume que Marset habría tenido una participación activa y es considerado como “el principal ideólogo, organizador y supervisor de las operaciones ilícitas”. También sería uno de los destinatarios mayoritarios de las ganancias generadas por el esquema de tráfico de drogas. Actualmente, el uruguayo está imputado y con orden de captura por tráfico internacional de drogas, asociación criminal y comercialización de sustancias ilícitas.